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domingo, 26 de marzo de 2017

                                             VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.
Presentadoras:  Alejandra Cota, Natalia Ojeda y Valeria Otero.

Introducción.
La violencia en contra de la mujer es "todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada". 
La Violencia de Pareja la cual se refiere al comportamiento de la pareja o ex pareja que causa daño físico, sexual o psicológico.
La Violencia Sexual es cualquier acto sexual que comprende la violación, que se define como la penetración, mediante coerción física o de otra índole, de la vagina o el ano con el pene, otra parte del cuerpo o un objeto. 

Magnitud del Problema.
En un análisis realizado en 2013 por la OMS, la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres  y el Consejo de Investigaciones Médicas, y basados en los datos de más de 80 países, se comprobó que casi una tercera parte de las mujeres que han mantenido una relación  de pareja han sufrido de violencia física o sexual por parte de su pareja.
Las estimaciones de la prevalencia van del 23,2% en los países de ingresos elevados y el 24,6% en los países de la Región del Pacífico Occidental al 37% en la Región del Mediterráneo Oriental y el 37,7% en la Región de Asia Sudoriental. Un 30% de los asesinatos de mujeres que se producen en el mundo son cometidos por sus parejas.
La violencia de pareja y la violencia sexual son perpetradas en su mayoría por hombres contra mujeres y niñas.
Factores de Riesgo.
Los factores de riesgo son de carácter individual, familiar, comunitario y social.
·         un bajo nivel de instrucción (autores de violencia sexual y víctimas de violencia sexual);
·         la exposición al maltrato infantil (autores y víctimas);
·         la experiencia de violencia familiar (autores y víctimas);
·         el trastorno de personalidad antisocial (autores);
·         el uso nocivo del alcohol (autores y víctimas);
·         el hecho de tener muchas parejas o de inspirar sospechas de infidelidad en la pareja (autores);
·         las actitudes de aceptación de la violencia (autores y víctimas).
Entre los factores asociados específicamente a la violencia de pareja cabe citar:
·         los antecedentes de violencia (autores y víctimas);
·         la discordia e insatisfacción marital (autores y víctimas).
·         las dificultades de comunicación entre los miembros de la pareja.
Y entre los factores asociados específicamente a la violencia sexual destacan:
·         la creencia en el honor de la familia y la pureza sexual;
·         las ideologías que consagran los privilegios sexuales del hombre; y
·         la levedad de las sanciones legales contra los actos de violencia sexual.
La desigualdad de la mujer con respecto al hombre y el uso normativo de la violencia para resolver los conflictos están estrechamente asociados tanto a la violencia de pareja como a la violencia sexual ejercida por cualquier persona.

Consecuencias.
 Las mujeres pueden llegar a encontrarse aisladas e incapacitadas para trabajar, perder su sueldo, dejar de participar en actividades cotidianas y ver menguadas sus fuerzas para cuidar de sí mismas y de sus hijos.

Datos y Cifras.
·         La violencia contra la mujer -especialmente la ejercida por su pareja y la violencia sexual- constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres.

·         Las estimaciones mundiales publicadas por la OMS indican que alrededor de una de cada tres (35%) mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.

·         La mayoría de estos casos son violencia infligida por la pareja. En todo el mundo, casi un tercio (30%) de las mujeres que han tenido una relación de pareja refieren haber sufrido alguna forma de violencia física y/o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida.

·         Un 38% de los asesinatos de mujeres que se producen en el mundo son cometidos por su pareja masculina.

·         Estas formas de violencia pueden afectar negativamente a la salud física, mental, sexual y reproductiva de las mujeres y aumentar la vulnerabilidad al VIH.

·         Entre los factores asociados a un mayor riesgo de cometer actos violentos cabe citar un bajo nivel de instrucción, el maltrato infantil o haber estado expuesto a escenas de violencia en la familia, el uso nocivo del alcohol, actitudes de aceptación de la violencia y las desigualdades de género.

·         Entre los factores asociados a un mayor riesgo de ser víctima de la pareja o de violencia sexual figuran un bajo nivel de instrucción, el hecho de haber estado expuesto a escenas de violencia entre los progenitores, el maltrato durante la infancia, actitudes de aceptación de la violencia y las desigualdades de género.

·         En entornos de ingresos altos, hay datos que apuntan que los programas escolares de prevención de la violencia de pareja (o violencia en el noviazgo) entre los jóvenes pueden ser eficaces.

·         En los entornos de ingresos bajos, las estrategias destinadas a aumentar la emancipación económica y social de la mujer, como la micro financiación unida a la formación en igualdad de género y las iniciativas comunitarias dirigidas contra la desigualdad de género o tendentes a mejorar las aptitudes para las relaciones interpersonales, han demostrado una cierta eficacia para reducir la violencia de pareja.

·     Las situaciones de conflicto, posconflicto y desplazamiento pueden agravar la violencia, como la violencia por parte de la pareja, y dar lugar a formas adicionales de violencia contra las mujeres.

Conclusión.

Para propiciar cambios duraderos, es importante que se promulguen leyes y se formulen políticas que:
·         protejan a la mujer;
·         combatan la discriminación de la mujer;
·         fomenten la igualdad de género; y
·         ayuden a adoptar normas culturales más pacíficas.
Una respuesta adecuada del sector de la salud puede ser de gran ayuda para la prevención de la violencia contra la mujer y la respuesta consiguiente. La sensibilización y la formación de los prestadores de servicios de salud y de otro tipo constituyen por tanto otra estrategia importante. Para abordar de forma integral las consecuencias de la violencia y las necesidades de las víctimas y supervivientes se requiere una respuesta multisectorial.

HOMOFOBIA, DISCRIMINACIÓN E INTOLERANCIA
Discriminación por tendencia sexual.- Es aquella que se presenta en contra de personas que tienen una tendencia sexual diferente a la de los demás, se presenta comúnmente por parte de personas heterosexuales en contra de personas atraídas sexualmente por personas del mismo sexo, es decir, en contra del homosexualismo masculino (gay) y homosexualismo femenino (lesbianismo), aunque también sucede esa discriminación por parte de los homosexuales (masculinos y femeninos), en contra de las personas heterosexuales, aunque es menos común, al igual que la discriminación ejercida por los mismos homosexuales en contra de otros homosexuales, la cual es mucho menos común pero también es discriminación. Habitualmente suele presentarse en forma de desprecio, desdén, burlas e insultos, llegando a la violencia y el asesinato, así como a la prohibición de la entrada a ciertos lugares de manera injustificada.
Aunque las leyes y acuerdos de protección de Derechos Humanos proscriban la discriminación, la intolerancia hacia los homosexuales es practicada en este mundo nuestro de la igualdad y libertad. En 55 países se les persigue y no se admite la libre orientación sexual; como muestras mas desgarradoras están los asesinatos en Brasil por los denominados "escuadrones de la muerte", las lapidaciones en Argelia, las operaciones de castigo en Perú, las torturas en Rumanía, el internamiento en psiquiátricos en Rusia, los crímenes neonazis en EE.UU. y las ejecuciones en Irán, entre otras expresiones de barbarie.

Pero la homofobia, la fobia a la homosexualidad, no tiene solamente una proyección sanguinaria como la descrita, también está presente de forma continua y latente en nuestras sociedades de muy diversas maneras. La difamación y el silencio que se otorga a la realidad de transexuales, lesbianas y gays, en el ámbito educativo, laboral y social, la tergiversación de su imagen alimentando prejuicios que presentan la homosexualidad como una degeneración o una enfermedad, la ocultación sistemática de imágenes positivas o la no equiparación de derechos que exigen, por ejemplo, las resoluciones del Parlamento Europeo, son también discriminaciones homófonas.

En España la discriminación del colectivo homosexual, superada la antigua persecución policial, radica hoy en la ausencia de derechos, especialmente respecto a las relaciones de pareja. Los gays o lesbianas no pueden nacionalizar a su pareja extranjera, ni equiparar su relación con el matrimonio, ni ejercer derechos de adopción ni sucesión, ni otros derechos alcanzados por los heterosexuales. Y aunque nuestra legislación penal castiga la violación de derechos por razón de orientación sexual, son continuos los sucesos de agresiones de los intolerantes, con una escasa sensibilidad de las instituciones ante estas conductas, especialmente de jueces y fiscales que son quienes tienen el deber de perseguirlas y sancionarlas.

Estas agresiones homófobas han sido persistentemente denunciadas por las organizaciones de gays, lesbianas y transexuales, señalando desde autores de libros didácticos que reflejan actitudes sexistas y discriminatorias, algunos han llegado a divulgar como "curar" la homosexualidad mediante descargas eléctricas y otras técnicas de modificación de conducta, hasta numerosas agresiones protagonizadas por grupos racistas y también, obsérvese el detalle, por grupos de adolescentes magrebíes que practican el robo con homofobia. Algunas ciudadanos murieron a causa de esas agresiones y la memoria nos recuerda a Sonia, el transexual del Parque de la Ciudadela, brutalmente asesinado por cabezas rapadas como un símbolo de muchos otros casos no tan conocidos. Los intolerantes saben que ahora los homosexuales están intentando normalizar su situación y son más vulnerables, por todo ello es esencial estar muy atentos y reclamar una mayor aplicación de la homofobia como agravante de muchos delitos e incluso una aplicación más rigurosa del artº 510 y siguientes del Código Penal que sancionan los delitos cometidos con ocasión de los Derechos fundamentales y de las libertades garantizados por la Constitución protegiendo la libre orientación sexual de las personas.

La persecución, el ultraje, la agresión, el insulto, la burla, la infamia que durante tantos años ha padecido la persona homosexual ha sido alimentado por prejuicios que desgraciadamente las instituciones no trabajan para erradicar, resultando paradójico en una sociedad democrática que uno de cada cuatro de nuestros conciudadanos se pronuncie por impedirles el acceso a ciertos empleos y que la mitad de las familias rechacen la homosexualidad de su hijo o hija, siendo especialmente grave el sufrimiento de los adolescentes. Es en estos casos juveniles donde la homosexualidad es vivenciada de forma más angustiosa, con soledad y miedo, pues al descubrir su orientación sexual no tienen con quien hablarlo y carecen de clima de confianza que les permita afianzar una autoestima que suele estar muy dañada. El resultado es claramente previsible, fracaso escolar y crisis continuas, depresiones e incluso situaciones más graves que pueden acabar en suicidios. Si a todo ello añadimos los actos de crueldad de adolescentes que asumieron la intolerancia homófona, expresada a través de
Insultos, humillaciones públicas, agresiones e incluso violaciones sexuales, no resulta banal señalar la escasa atención que prestan las instituciones a toda esta problemática.
El hecho que los homosexuales tengan prácticas en lugares públicos, tales como tomarse de la mano y besarse como lo hacen las parejas heterosexuales, genera una naturalización de su condición, la que en última instancia puede deshacer la noción de familia como unión matrimonial entre un hombre y una mujer con el fin de procrear.

Derechos humanos y personas LGBT
La reivindicación del principio de no discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género y el reconocimiento de los derechos de las personas LGTB se ha incorporado al discurso de Naciones Unidas tardíamente. Y aunque en los últimos años se han dado algunos pasos decisivos en este sentido, el consenso resulta especialmente difícil de alcanzar. Como recuerda Alventosa del Rio, ello se debe, en buena medida, a que, como ya hemos comentado, en algunos países que forman parte de este organismo la homosexualidad todavía sigue siendo un delito, sancionado bien con la pena de muerte bien con prisión, y ello sin tener en cuenta la actitud hostil de la sociedad en estos países que provoca situaciones de violencia y de rechazo. A pesar de ello, como explica Cristina Amich , se percibe el resurgir un nuevo discurso relacionado con ideas de respeto y cierta tolerancia. Este nuevo discurso nos permitiría ir más allá, en esta materia, de la simple inhibición del Estado. En ese sentido, a la despenalización de las conductas relacionadas con la homosexualidad, se suma un nuevo estadio: el Estado debe intervenir para garantizar activamente el derecho a la vida e integridad física de los homosexuales que pueden verse amenazados tanto por otros ciudadanos como por agentes del propio Estado. Todo ello partiendo siempre del reconocimiento del derecho humano a la intimidad y a la vida privada.


CLASES DE ORIENTACION SEXUAL:

Cisgénero
El cisgénero corresponde a un término social aplicado a aquellas personas que poseen determinada identidad de género concordante con los papeles sociales que son asignados al género biológico de determinada persona. Alineamiento entre identidad de género, sexo biológico y comportamiento acorde al género biológico, tal es el caso de una persona que nació siendo hombre y se identifica a sí mismo dentro del género masculino; una nacida como mujer que se identifica en el género femenino. Esto al contrario de una persona transgénero (Nacida hombre que se identifica a sí misma en el género femenino; nacido mujer que se identifica a sí mismo en el género masculino). Diversas cuestiones sociales determinan la presencia del cisgénero, basándose en la normatividad de género (lo que la sociedad identifica como "correcto" en cada género biológico). Algunos elementos y concepciones incluyen normalmente: la expresión de la sexualidad, el comportamiento sexual humano, la orientación sexual, la identidad de género, la forma de vestir, el desempeño laboral, los manierismos, la expresión emocional, etc.

Transgénero
Transgénero es un término global aplicado a la discordancia entre la identidad propia del género, el género biológico y los roles sociales asignados a determinado género. La identidad transgénero no implica una orientación sexual específica, ya que cualquiera puede estar presente. Existen diferentes identidades transgénero que pueden o no estar ligadas a determinada orientación sexual.

  • Transexualidad: La transexualidad es una identidad en la que una persona se identifica, desea vivir y ser aceptada como una persona del sexo opuesto a su sexo biológico. La transexualidad manifiesta la identidad astral de que desde el nacimiento se debió pertenecer al género opuesto. La transexualidad frecuentemente involucra el deseo de otro cuerpo que es obtenido mediante cirugías de reasignación de género y tratamientos hormonales de reasignación de género.
  • Cross-dressing: El término cross-dressing hace referencia a la utilización de prendas asignadas socialmente al género opuesto. Dentro de las variantes del cross-dressing se encuentran otras identidades transgénero, el transvestismo y el drag. El transvestismo es una identidad transgénero en la que la persona se identifica con la forma de vestir socialmente asignada al género opuesto, pudiendo o no, estar relacionado un deseo transexual de ser identificado como una persona del género opuesto. El drag es un auxiliar histriónico en el que una persona representa dramáticamente a una persona del género opuesto, resaltando un tono paródico o burlesco de la caricatura de los roles de género; normalmente utilizado en el teatro de variedades, y además otra forma similar en el teatro kabuki.
  • Genderqueer: Es un término identificado como el género intermedio en el que la persona se identifica a sí mismo como una mezcla de masculino y femenino (bigénero), ninguno de los dos (agénero), un género neutro (género neutro), un género aparte (tercer sexo), o todos los anteriores.
  • Androginia: La androginia es el término con el que se identifican los rasgos físicos o psicológicos de determinado género dentro de un individuo del género opuesto. Relacionándose a dicho término se encuentra la androginia física (intersexualidad) y la androginia psicológica (afeminamiento y masculinización).
  • Género fluido: Es un concepto que describe la conducta de una persona en la que surge un tipo de transformismo en el que la persona rota su género, dependiendo el contexto.

Monosexualidad
Monosexualidad define un patrón de comportamiento dentro de las identidades de la orientación sexual que se refleja como la atracción emocional o sexual hacia un determinado género o identidad de género. Dentro de este espectro suele clasificarse la heterosexualidad y la homosexualidad por representar únicamente la atracción hacia un sólo grupo específico de personas. La monosexualidad puede derivar en la atracción hacia personas que pertenecen a un grupo específico de personas, bajo las características de su género biológico o su identidad de género, incluyendo la posibilidad de un espectro extraordinario a la clasificación convencional de los géneros binarios.
En un concepto más alejado de la clasificación de la orientación sexual, suele decirse que la monosexualidad define un patrón de comportamiento sexual en el que se prefiere la interacción sexual con sólo una persona; haciendo referencia a la fidelidad de pareja, la dependencia, la demisexualidad o la atracción específica por una sola persona.


Monosexualización
Monosexualización, dentro del estudio del comportamiento sexual humano y los roles de género, refiere al proceso mediante el cual una persona de identidad polisexual se establece en un sólo patrón de comportamiento sexual en el que solo interactúa con un sólo grupo específico de personas que tienen determinado género biológico o identidad de género (Ejemplo: Un hombre bisexual de preferencias sexuales androfílicas que ha decidido establecerse sexualmente dentro de relaciones con otros hombres).
El término monosexualización no debe ser confundido con el término utilizado en diferentes campos de la biología y la sociología, ya que tienen diferentes significados y diferente aplicación. Dentro del campo de la biología, el término monosexualización refiere al proceso biológico en el que un feto adquiere mediante distintos procesos hormonales las características propias de un sexo.7 Dentro del campo de la sociología, el término monosexualización refiere al establecimiento del poder social dentro de un grupo de personas selecto por su género.8


Polisexualidad
Polisexualidad refiere a un patrón de comportamiento en el que se siente atracción sexual o emocional hacia varios grupos de personas de determinado género biológico o identidad de género, de manera opuesta a la monosexualidad. El término no debe ser confundido con los términos pansexualidad y poliamor, ya que hacen referencia a distintos patrones dentro del comportamiento sexual.
La polisexualidad se distingue de la pansexualidad por representar únicamente la atracción hacia algunos grupos de personas de determinado sexo o identidad de género, mientras que la pansexualidad refiere a la atracción plural por distintos grupos específicos de personas en los que se encuentran los géneros binarios y las distintas identidades de género. Dentro de la polisexualidad puede incluirse la atracción hacia ambos géneros binarios o hacia identidades de género que no se encuentran dentro del espectro de los género binarios. Diferenciado del concepto de poliamor que refiere a la flexibilidad poligámica de la aceptación de más de una pareja sexual.
Tendencia sexual
En los estudios referentes a la clasificación de la orientación sexual, suele hablarse de patrones de comportamiento que no se definen como heterosexualidad u homosexualidad, propiamente. En este sentido suelen aplicarse variedad de términos que hacen referencia a los patrones de comportamiento sexual de un individuo, y no al tipo de orientación sexual con la que el individuo se identifica o se reconoce. El término tendencia suele ser utilizado para describir la presencia de patrones de comportamiento sexual (heterosexual u homosexual) regulares en una persona que se reconoce dentro de determinada orientación sexual, cuyos comportamientos, en ocasiones, se alejan de lo que se establece clínicamente como propio de esa orientación sexual. El término tendencia suele ser adherido a un calificativo de la orientación sexual para denotar la presencia de patrones sexuales impropios de la orientación sexual de la que se habla, sin llegar a la necesidad de clasificarlo como bisexualidad o pansexualidad. Existen dos dimensiones dentro de esta clasificación heterosexualidad con tendencias homosexuales, donde una persona que se identifica como heterosexual presenta algún patrón de conducta homosexual, y homosexualidad con tendencias heterosexuales, donde una persona que se identifica como homosexual presenta algún patrón de conducta heterosexual.9


Androfilia y ginecofilia
Androfilia es un término que hace referencia a un patrón en el comportamiento sexual en el que se siente atracción sexual por individuos del género masculino, sin importar el tipo de orientación sexual que éste presente. La androfilia puede aparecer como un patrón sexual regular dentro de la clasificación de las orientaciones sexuales en los caso de: un femenino heterosexual, un masculino homosexual, un bisexual y un pansexual. El término suele utilizarse como un concepto de menor extensión que refiere únicamente a los patrones cronofílicos de la atracción por personas adultas del género masculino o a la atracción por pubescentes o post-pubescentes de género masculino. Andromimetofilia es un término similar a androfilia que refiere a la atracción por individuos femeninos que presentan rasgos culturales o sociales que convencionalmente se asignan a las personas del género masculino en la sociedad tradicional, pudiendo también ser aplicado en algunos casos a femeninos transgénero (transexuales, transvestistas, andróginos y algunos casos de genderqueer). Suele clasificarse a la andromimetofilia como un patrón de comportamiento sexual anormal o parafilia como en el fetichismo transvestista.10


Ginefilia o ginecofilia es un término que hace referencia a un patrón en el comportamiento sexual en el que se siente atracción sexual por individuos del género femenino, sin importar el tipo de orientación sexual que éste presente. La ginefilia o ginecofilia puede aparecer como un patrón sexual regular dentro de la clasificación de las orientaciones sexuales en los caso de: un masculino heterosexual, un femenino homosexual, un bisexual y un pansexual. El término suele utilizarse como un concepto de menor extensión que refiere únicamente a los patrones cronofílicos de la atracción por personas adultas del género femenino o a la atracción por pubescentes o post-pubescentes de género femenino. Ginemimetofilia o ginecomimetofilia es un término similar a ginecofilia que refiere a la atracción por individuos femeninos que presentan rasgos culturales o sociales que convencionalmente se asignan a las personas del género femenino en la sociedad tradicional, pudiendo también ser aplicado en algunos casos a masculinos transgénero (transexuales, transvestistas, andróginos y algunos casos de genderqueer). Suele clasificarse a la ginemimetofilia como un patrón de comportamiento sexual anormal o parafilia como en el fetichismo transvestista.10
Los términos androfilia y ginecofilia pueden ser utilizados para referirse a la preferencia sexual de una persona, sin la consideración sobre su verdadera orientación sexual. En ocasiones funcionan como un sustituto ético que pretende eliminar la clasificación convencional de la orientación sexual como heterosexual, bisexual u homosexual; aplicando los términos androfilia y ginefilia para eliminar las asociaciones culturales de la homosexualidad con la feminidad y la masculinidad, independientemente del sexo o identidad de género del indivduo.11
Orientación sexual
Los criterios de la orientación sexual pueden ser clasificados dentro de los parámetros de la monosexualidad y la polisexualidad; siendo la heterosexualidad y la homosexualidad categorías de la monosexualidad; mientras que la bisexualidad y la pansexualidad caen bajo los parámetros de la polisexualidad. Notablemente se consideran tres orientaciones sexuales principales, la heterosexualidad, la homosexualidad y la bisexualidad. Otras orientaciones pueden ser consideradas como orientaciones sexuales específicas o pueden ser catalogadas como una variante de alguna de las orientaciones sexuales primarias, como la pansexualidad que es frecuentemente catalogada como una variante de la bisexualidad. Otra categoría incluye las orientaciones sexuales no aceptadas, como la demisexualidad. La asexualidad es una falta de orientación sexual.


Heterosexualidad
La heterosexualidad es un término social utilizado para referirse a la atracción sexual o emocional hacia personas del sexo opuesto, siendo marcada por la complementación de géneros binarios (emparejamiento de masculino y femenino).12 La heterosexualidad es un comportamiento sexual apreciable en diversas especies animales, el cual constituye una mayoría sexual en el promedio poblacional de determinadas especies, es decir, es un patrón de comportamiento muy frecuente entre los individuos de una misma especie. La heterosexualidad es un modelo evolutivo que define el comportamiento sexual reproductivo de las especies, manifestándose con la adaptabilidad, complementación de las gónadas y la compatibilidad de las células reproductivas entre dos individuos de la misma especie.13
La heterosexualidad se establece como un modelo social percibido en las nociones tradicionales de la familia, la sexualidad y el matrimonio.14 Este modelo social tradicional frecuentemente se ajusta a la heteronormatividad y el heterosexismo para establecer distintos patrones de comportamiento y distintos aspectos culturales que, prácticamente, suprimen la posibilidad de otras variantes de la orientación sexual.15 La heterosexualidad, debido a su mayoría poblacional, se ha colocado socialmente como un patrón de los aspectos sociales dentro de la religión y la política.16 17 Los modelos políticos y religiosos de la heterosexualidad en la sociedad frecuentemente estipulan la heteronormatividad social, no como una norma, sino como una estipulación que supone a la heterosexualidad como una mayoría poblacional naturalmente designada o una forma de vida en la mayoría poblacional, recayendo en los aspectos del heterosexismo.18


Homosexualidad
La homosexualidad (del griego ὁμός"homo" que significa igual y el sufijo sexualidad) es el término social utilizado para referirse a la atracción sexual o emocional hacia personas del mismo sexo. La homosexualidad no tiene un marco basado en la complementación binaria de los género para la reproducción, sino que establece dos posibles variantes: la homosexualidad que concentra el emparejamiento de un masculino con otro masculino y relaciones que empareja a un femenino con otro femenino. Popularmente se le llama lesbiana a una mujer homosexual; a un hombre homosexual se le conoce popularmente como gay, aunque el adjetivo también aplica a mujeres homosexuales.19 La homosexualidad es un tipo de conducta natural manifestada entre los patrones de comportamiento sexual de diferentes especies animales.20
Las diferentes variantes de la orientación sexual, son objeto de estudio debido a su origen y determinación bio-social. Se establece que la homosexualidad es determinada por distintos elementos que rodean al individuo, encontrándose una determinación prenatal y adquirida.21 La conducta homosexual, incluyendo la conducta homosexual de la bisexualidad, es una minoría sexual considerada la contraparte de la heterosexualidad. Esta conducta es reprimida por los estándares sociales de la heterosexualidad, la heteronormatividad y el heterosexismo.22


Bisexualidad
La bisexualidad es una orientación sexual que involucra atracción física y/o sentimental hacia individuos de ambos sexos.23 Términos similares como la heteroflexibilidad, la bicuriosidad, la pansexualidad y la polisexualidad suelen ser catalogados bajo los criterios de la bisexualidad, pero los términos difieren de éste. Al igual que la homosexualidad, la bisexualidad se manifiesta como un comportamiento sexual natural en diversas especies animales.24
La heteroflexibilidad y la bicuriosidad son fijadas principalmente como preferencias sexuales en las que se tiene contacto sexual o relaciones emocionales ocasionales con personas del mismo sexo cuando una persona se identifica como heterosexual.25 La polisexualidad refiere a una variante en la clasificación de las orientaciones sexuales en la que se catalogan las orientaciones sexuales que tienen como objeto de atracción sexual más de un género o identidad de género, entonces, asumiendo a la bisexualidad y a la pansexualidad como subcategorías de la polisexualidad. La pansexualidad refiere a una variante de la bisexualidad en la que se siente atracción por personas del sexo opuesto, del mismo sexo y personas de distintas identidades de género (transgénero).26
La bisexualidad es una fijación transitoria entre la heterosexualidad y la homosexualidad según su ubicación en la Continuum homosexual-heterosexual propuesto por Alfred Kinsey, es decir, es una combinación de la conducta heterosexual y la conducta homosexual. Según Sigmund Freud, el ser humano nace con orientación sexual establecida como bisexual y conforme se desarrolla, adquiere y unifica su sexualidad hacia una sola orientación, ya sea heterosexual u homosexual.27


Asexualidad
La asexualidad es definida como la falta de algún tipo de orientación sexual, por lo que frecuentemente no es catalogada bajo los parámetros de la orientación sexual. Dentro de la conducta asexual, el individuo no manifiesta atracción sexual hacia cualquier individuo de cualquier género o identidad de género.28 El término asexualidad también suele ser utilizado dentro de otros contextos para definir la falta de interés en la práctica de relaciones sexuales con cualquier tipo de persona.29
La asexualidad no debe ser confundida con la abstinencia sexual o el celibato, que son sólo la supresión de las relaciones sexuales por motivos religiosos o personales, no involucrando la supresión del deseo sexual. Los asexuales pueden experimentar una atracción emocional o deseos de intimacía con otras personas.30 La asexualidad es aceptada como orientación sexual por algunos especialistas, pero algunos otros difieren al asegurar que la asexualidad no es una orientación sexual.31 La asexualidad es de descubrimiento y estudio relativamente recientes; algunas organizaciones como Asexual Visibility and Education Network buscan el reconocimiento de la asexualidad como una orientación sexual que se catalogue bajo los parámetros psicológico-sociales de la clasificación de la heterosexualidad, la homosexualidad y la bisexualidad.


Pansexualidad
La pansexualidad u omnisexualidad es una orientación sexual humana caracterizada por la atracción por otras personas independientemente de su sexo y su género. Por eso, pueden sentirse atraídas por varones, por mujeres y también por aquellas personas que no se sienten identificadas con la dicotomía varón/mujer o con la de masculino/femenino, incluidas las personas intersexuales, intergéneros, cisexuales y transexuales. La pansexualidad es la capacidad de desear sexualmente a otra persona independientemente de su género. Los pansexuales afirman que para ellos el sexo y el género son conceptos vacíos de significado o que no tienen importancia.


Demisexualidad

Demisexualidad es un término acuñado por Asexual Visibility and Education Network que refiere a la atracción sexual exclusivamente hacia personas con las que previamente se han desarrollado lazos emocionales estables y de cierta duración. Antes de ello, el demisexual se comporta como un asexual e incluso puede llegar identificarse como tal. La demisexualidad puede ser de fijaciones hetero y homosexuales que se desarrollan en una atracción sexual secundaria hacia personas con las que se han desarrollado estrechos vínculos amorosos, mientras que como atracción sexual primaria se manifiesta una aparente orientación asexual. Normalmente, las relaciones comienzan por la etapa primaria (atracción física) y en algunos casos se llega a la secundaria (sentimientos profundos de amor, cariño, lealtad y compromiso), siendo muy común que sin un interés físico no se cultiva la relación de pareja. En otros casos se decide no pasar de ahí (relaciones muy esporádicas o únicamente sexuales, etc). En la demisexualidad ocurre al contrario; para alcanzar la etapa primaria hay que alcanzar antes la secundaria.

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